793 Aniversario de la Aparición de la Santísima Virgen de la Cabeza
SOLEMNE NOVENA EN SU HONOR
Consideración para el séptimo día de novena: Por los sacerdotes y consagrados.
DÍA SÉPTIMO
1.- Oración para todos los días.
Virgen Santísima de la Cabeza, Madre de Dios y de la Iglesia, que has querido establecer tu Santuario en esta Sierra Morena para auxilio de los cristianos, consuelo de los afligidos, refugio de los pecadores y aliento de los peregrinos y romeros, dígnate acoger con amor maternal las súplicas que durante esta novena te dirigen tus hijos y devotos. Y, pues, tu Hijo Jesucristo te constituyó Madre de todos los hombres, intercede ante Él para que sepamos caminar siempre como tú, siguiendo las huellas de tu Hijo hasta que alcancemos las cumbres de la gloria en compañía de tu Hijo que vive y reina con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.
2.- Reflexión para este día: PREPARACIÓN PARA RECIBIR DEL ESPIRITU SANTO.
María se prepara mediante la oración para recibir la fuerza, el bautismo de fuego del Espíritu Santo. Pero no está sola. Está con la Iglesia representada en los apóstoles. Espera el gran día del cumplimiento de las promesas, cuando se derrame efusivamente el Espíritu sobre toda carne. Pentecostés no es sólo un hecho histórico aislado. Es un misterio constante. A diario se descubre la presencia del Espíritu Santo en la Iglesia. A diario nos damos cuenta de que María nos anima a caminar, a avanzar en la peregrinación de nuestra fe. La presencia de María es carismática y cordial. No está como líder sino como Madre que estimula y nos recuerda constantemente la gesta de Cristo y sus últimas palabras: "Yo estaré con vosotros todos los días hasta la consumación de los siglos»... Son muchos los creyentes que desde su fe y en la religiosidad popular han experimentado la acción de María: institutos religiosos, comunidades carismáticas, familias enteras. La presencia de María se descubre de modo especial en los grandes santuarios marianos: Lourdes, Fátima, el Pilar, Guadalupe, Covadonga, Montserrat, el Rocío, Nuestra Señora de la Cabeza, etc.
3.- Preces.
Elevemos nuestras súplicas al Padre por mediación de Jesucristo, nacido de María siempre Virgen:
- Por los Obispos, Presbíteros y por todos los que se dedican de modo primordial a la nueva evangelización para que no se cansen nunca en esta tarea y presenten la Buena Nueva de un modo atrayente y siempre actual, roguemos al Señor.
- Por todos nuestros hermanos protestantes para que fijen su atención en María como la creyente totalmente evangelizada y evangelizadora roguemos al Señor.
- Por todos los que peregrinan hacia el santuario de la Cabeza y hacia otros santuarios buscando luz y solución a los problemas existenciales para que el Espíritu Santo les abra los ojos de la fe, dé alas a su esperanza y el fuego de amor divino a sus corazones, roguemos al Señor.
- Por todos nosotros para que con nuestras buenas obras abramos nuevos caminos para la evangelización, roguemos al Señor.
4.- Oración final.
Tu Espíritu, Padre, sigue descendiendo sobre tu Iglesia y sobre el mundo entero. Te damos gracias por este ininterrumpido prodigio y te pedimos que, siguiendo el ejemplo de Jesús y de María, lejos de apagar tu Espíritu nos abramos a él para crear una hermandad universal donde todos nos entendamos y nos amemos como Tú nos amas. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
