PALABRA DE VIDA
SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA. CICLO B
Santuario, 08 de abril de 2018
«Paz a Vosotros»
Ambientación
"¡Bienvenidos, hermanos! Volvemos a encontrarnos en el gozo pascual. “A los ocho días”, “en el primer día de la semana”, igual que los apóstoles en el evangelio. Y como a ellos, también a nosotros viene el Señor para descubrirnos algo importantísimo para mantener y vivir nuestra fe en su resurrección: la comunidad. Cristo desea formar una comunidad con cuantos creen en su vida nueva. Una comunidad de creyentes que viven en el amor. Posiblemente, a más de uno de nosotros habrá de convencernos, como a Tomás, para superar nuestros individualismos e integrarnos al seno del grupo comunitario. Para ello contamos con su presencia viva y convincente en esta oración. Escuchemos su saludo de paz: “Paz a vosotros”, y llenémonos del gozo que el Resucitado trae consigo.
Regina caeli, laetare, alleluia.
R/Quia quem meruisti portare, alleluia.
V/Resurrexit, sicut dixit, alleluia.
R/Ora pro nobis Deum, alleluia.
V/Gaude et laetare Virgo María, alleluia.
R/Quia surrexit Dominus vere, alleluia.
V/
Oremus:
Deus, qui per resurrectionem Filii tui, Domini nostri Iesu Christi, mundum laetificare dignatus es: praesta, quaesumus; ut, per eius Genetricem Virginem Mariam, perpetuae capiamus gaudia vitae. Per eundem Christum Dominum nostrum. Amen.
En castellano
Alégrate, reina del cielo, aleluya.
R/Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.
V/Ha resucitado, según predijo; aleluya.
R/Ruega por nosotros a Dios; aleluya.
V/Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.
R/Porque ha resucitado verdaderamente el Señor; aleluya.
V/
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.
(Un momento de silencio)
En la presencia de Dios
Nuestra fe, muchas veces es egoísta, se olvida de Dios, incluso quiere que Dios se rebaje a nuestros deseos. Este es el momento para pedir perdón.
- Porque nos olvidamos de Ti en los momentos de alegría y sólo nos acordamos en las desgracias.
SEÑOR, TEN PIEDAD…
- Porque queremos que Tú te rebajes a nuestros caprichos y nos ayudes cuando nos apetece.
CRISTO, TEN PIEDAD…
- Porque no nos damos cuenta de que Tú sigues vivo entre nosotros y también en los pobres y necesitados y no les ayudamos.
SEÑOR, TEN PIEDAD…
Oración colecta
Señor,
nosotros no hemos visto a Jesús
con nuestros ojos,
ni nuestras manos tocaron su cuerpo,
sin embargo, creemos en Él,
aunque a veces dudamos.
Llénanos de tu fuerza y de tu amor,
y así guiados por el Espíritu
queremos tener confianza plena en Tí. Amén
Escuchamos la Palabra
Lectura del santo Evangelio según san Juan. 20,19-31
Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo:
- Paz a vosotros.
Y diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió:
- Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo.
Y dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: - Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los retengáis les quedan retenidos.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: - Hemos visto al Señor.
Pero él les contestó: - Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo.
A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: - Paz a vosotros.
Luego dijo a Tomás: - Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Contestó Tomás: - ¡Señor mío y Dios mío!.
Jesús le dijo: - ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto.
Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Estos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su Nombre.
Palabra del Señor
COMENTARIO:
La destrucción del muro de Berlín hace unos años, fue un símbolo del deseo de los pueblos de superar la intolerancia que aplastaba las aspiraciones de vivir en paz y libertad. Pero me temo que, a falta del muro de Berlín, otros muros se están levantando.
Nuestra Europa bien alimentada y vestida, sobrada de calorías y de bienestar, no soporta la mirada lastimera y suplicante de sus vecinos del sur, y ha decidido correr un tupido velo para que cada uno esté en su casa y Dios en la de todos. Los del sur, que oyen hablar de pan y libertad, rodeados de hambre y opresión, se lanzan en barcazas a los brazos de la madre Europa, sin saber que un recio muro de protección les aguarda, para concentrarlos en la cárcel del sur. El sur es la cárcel de la miseria y el norte la despensa.
El muro Norte-Sur se levanta majestuoso, fraguado por la argamasa de la economía y la política. Los pueblos llamados a ser hermanos, se miran desconfiados. Unos, con miedo a lo que les sobra, y los otros, con miedo a lo que les falta…
Coged un mapamundi: dad vueltas y más vueltas… ¡y nada! No encontraréis ningún sólo muro; los ríos atraviesan las fronteras sin enseñar ningún pasaporte; las palomas van y vienen sin saber de requisitos; los montes se alzan y se abajan; y vuelven a subir sin detenerse ante ningún control; y cuando llueve, el arco iris abraza tierras y mares, valles y montañas, sin permiso de ninguna autoridad.
VEN ESPÍRITU SANTO…si, VEN… y cambia nuestros corazones para que seamos capaces de derribar este muro de la vergüenza que estamos levantando.
La estampa de los primeros cristianos, queriéndose y poniendo todo en común, es uno de los mejores signos de la Pascua y una de las pruebas más seguras de la Resurrección.
La Pascua no es sólo una fiesta litúrgica. La Resurrección de Cristo, se celebra sobre todo en nosotros mismos, resucitando a una vida nueva… Si en este mundo tan lleno de sufrimientos de todo tipo, se presenta un grupo de personas que no se consideran rivales, sino hermanos, que tratan de comprometerse y compenetrarse, que se perdonan y colaboran gustosamente, que ponen en común los bienes y los sentimientos, que no viven para sí, sino que viven los unos para los otros, que forman una verdadera comunidad, entonces una luz brillará en las tinieblas y será el signo de una vida nueva.
Esa es la vida de la Pascua, una vida alentada por el Espíritu, que es Espíritu de amor; la vida de los hombres nuevos, los hijos de Dios, que se ven y se quieren como hermanos. Para esto vino Cristo, para hacer de todos los hombres, una gran familia, para derribar los muros que separan a los hombres…
Los primeros cristianos lo entendieron así y, dentro de sus limitaciones se esforzaban por realizarlo así. Ésa es también nuestra vocación y nuestra urgencia. A nuestro mundo dividido e insolidario ofrecerle el testimonio de la comunión y de la solidaridad.
Si optamos por un estilo de vida distinto, en el que prevalezca la colaboración sobre la rivalidad, la comunicación de bienes sobre la propiedad privada. Si ofrecemos un estilo de vida basado en el cooperar y compartir, verán con admiración un ejemplo de vida nueva, y se habrá realizado el milagro de la Pascua, porque Cristo seguirá vivo entre nosotros.
Es el momento de hacer silencio, meditar.........
Oremos y Pidamos al Señor por intercesión de nuestra madre la Virgen de la Cabeza.
- Para que la Iglesia viva en unidad, superando tantas divisiones, y así el mundo crea. Oremos
- Para que los creyentes sepamos compartir lo que tenemos y lo que somos y demos así buen testimonio de Cristo resucitado, y el mundo crea. Oremos
- Para que todos los evangelizadores sean testigos de la Resurrección con signos vivos y eficaces, y el mundo crea. Oremos
- Para que los que no creen en Jesucristo busquen con sinceridad y descubran sus llagas dolorosas. Oremos
- Para que todos nosotros, alentados por el Espíritu, vivamos la vida nueva de la Pascua y probemos la fe con nuestras obras. Oremos
Escúchanos, Padre, y derrama sobre nosotros el Espíritu de amor, para que el mundo crea en el que Tú enviaste, nuestro Señor Jesucristo…
Dirijámonos al Padre común, con la Oración que él nos enseño.
PADRENUESTRO.....
Damos Gracias
“Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con mucho valor”.
Como los discípulos,
¡tantas veces tenemos miedo
y nos quedamos encerrados!
Como Tomás,
tantas veces necesitamos
ver, tocar, para creer...
Después de lo vivido hoy, podemos añadir: y la comunidad confirmaba ese testimonio con mucho amor.
Te damos gracias, Señor,
por estar siempre presente
en nuestras vidas y
por hacernos partícipes de tu gloria.
Traducido en hechos concretos y en personas determinadas, vamos a cumplir gozosamente con nuestro testimonio de amor.
¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!