SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARIA
Hoy, día 15 de agosto, tal y como está establecido por la Iglesia Católica, celebramos la Asunción de la Virgen María al Cielo.
La Asunción, también llamada Assumptio Beatae Mariae Virginis (Asunción de la Bienaventurada Virgen María), es una solemnidad de la Iglesia Católica que celebra la elevación en cuerpo y alma de la Virgen María desde la vida terrena hasta el cielo. La Virgen no tuvo que padecer la corrupción de su cuerpo al llegar la hora de su partida y, a diferencia de su hijo Jesucristo, que ascendió al cielo, ella fue asunta. La Asunción está considerada un dogma para todos los católicos desde el año 1950.
Las primeras referencias oficiales a la Asunción de la Virgen datan del siglo IV, cuando se celebraba la fiesta de El Recuerdo de María. Fue en el siglo VII cuando esta fiesta pasó a llamarse la Dormición o Asunción.
La doctrina de la Asunción de María se cree que comenzó a ser desarrollada en el siglo XII, cuando aparece el tratado «Ad Interrogata», atribuido a san Agustín, en el cual se aceptaba la asunción corporal de María. Tiempo después, Santo Tomás de Aquino y otros grandes teólogos declararían estar de acuerdo con este texto.
Sin embargo, el gran empujón para que esta fiesta se convirtiera poco a poco en lo que es hoy en día se lo dio el Papa San Pío V, en el siglo XVI. Fue en ese tiempo cuando reformó el Breviario, donde eliminó frases en las que se dudaba de la Asunción de María y las sustituyó por otras que defendían su elevación corporal. Fue otro Papa, Benedicto XIV, el que fomentaría en el pueblo cristiano la piedad a la fiesta de la Asunción.
El 1 de noviembre de 1950 se publicó la constitución apostólica Munificentissimus Deus en la que el Papa, basado en la tradición de la Iglesia católica, tomando en cuenta los testimonios de la liturgia, la creencia de los fieles guiados por sus pastores, los testimonios de los Padres y Doctores de la Iglesia y con el consenso de los obispos del mundo, declaraba como dogma de fe la Asunción de la Virgen María.
Texto de la Constitución apostólica Munificentissimus Deus:
«Por eso, después de que una y otra vez hemos elevado a Dios nuestras preces suplicantes e invocado la luz del Espíritu de Verdad, para gloria de Dios omnipotente que otorgó su particular benevolencia a la Virgen María, para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte, para aumento de la gloria de la misma augusta Madre, y gozo y regocijo de toda la Iglesia, por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y nuestra, proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado: Que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial».
Celebremos en unión cristiana esta festividad.
R.C.S.
Santuario, agosto 2025.-