PALABRA DE VIDA
TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO B.
Santuario, 21 de enero de 2018
«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres»
Ambientación
El Señor nos ha llamado, nos ha reunido, quiere de nosotros. Invocamos al Espíritu Santo, para que nos asista, ayude y consuele, para saber discernir su palabra.
"Jesús elige a sus amigos, a sus discípulos para convivir con
ellos. Escoge personas sencillas y sin categoría social. Se rodea de
buenos amigos del pueblo.
Casi todos eran de origen humilde, incluso algunos de mala fama y sin ningún prestigio social. Otras personas con dinero y buena posición, no quisieron seguirle.
Jesús nos llama también a nosotros y nos invita a formar parte de su grupo, para convivir con Él y continuar su Misión.
Vamos a aceptar su invitación, vamos a ser agradecidos y a seguirle, porque no queremos dejarle tirado".
(Un momento de silencio)
En la presencia de Dios decimos
- Muchas veces nos dejamos dominar por la pereza, nos cuesta el esfuerzo y el sacrificio y nos gusta la comodidad.
SEÑOR, TEN PIEDAD...
- Muchas veces somos egoístas y vivimos apegados a nuestras cosas y tenemos demasiados caprichos.
CRISTO, TEN PIEDAD...
- Muchas veces nuestras ocupaciones son una disculpa para no seguir la llamada de Jesús.
SEÑOR, TEN PIEDAD...
Oración colecta
Señor, cuando estabas en la tierra
te rodeaste de un grupo de amigos.
Les enseñaste a convivir
y lo pasaste bien en su compañía.
Nosotros queremos ser amigos tuyos.
Esparce por el mundo tu Palabra.
Nosotros te ayudaremos en esta tarea.
Haznos “terreno abonado”
para acoger tus enseñanzas,
y así seremos tus amigos fieles. Amén.
Escuchamos la Palabra
Lectura del libro de Jonás, 3,1-5.10
En aquellos días, vino de nuevo la Palabra del Señor a Jonás: «Levántate y vete a Nínive, la gran capital, y pregona allí el pregón que te diré.» Se levantó Jonás y fue a Nínive, como le había mandado el Señor. Nínive era una ciudad enorme; tres días hacían falta para atravesarla. Comenzó Jonás a entrar por la ciudad y caminó durante un día pregonando: «Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada.» Los ninivitas creyeron en Dios, proclamaron un ayuno, y se vistieron de sayal, grandes y pequeños. Cuando vio Dios sus obras y cómo se convirtieron de su mala vida, tuvo piedad de su pueblo el Señor, Dios nuestro.
Palabra de Dios
Salmo responsorial 24
R. Señor, enséñame tus caminos.
Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador.
R.
Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas;
acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor.
R.
El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes.
R.
+ Lectura del Santo Evangelio según San Marcos, 1,14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
- «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio».
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
- «Venid conmigo y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros
y se marcharon con él.
Palabra del Señor
COMENTARIO:
"Después de haber leído la vocación de Jonás para ir a predicar a la gran ciudad, se hace casi inevitable pensar en nuestras ciudades y en nuestros pueblos, y en nuestro país tan secularizado, y en este mundo occidental tan alejado de la fe.
Este nuestro mundo de increencia y de falta de fe nos supera. Gente y más gente, que para llegar a ellos, nos serían necesarios más que “los tres días” de que hablaba la primera lectura. En tales circunstancias, puede sucedernos lo que a Jonás. Antes de acudir a ella, ya la había condenado. “No servirá de nada”, pensaría, y partió en otra dirección. Hace ya más de veinte años, cuando con cierta ligereza se calificaba a una zona de España como descristianizada, un sacerdote, ahora Obispo, decía: “Si están descristianizados no lo sabemos; lo que sí sabemos es que nos son desconocidos”...
A pesar de todas las dificultades, tanto en las ciudades como en los pueblos más pequeños, la parroquia (todos nosotros....La parroquia no es el templo parroquial...sino ese otro templo de piedras vivas, esa comunidad formada por cada uno de nosotros...) y otras realidades pastorales siguen siendo ocasión magnífica para conocer personas, para relacionarnos, y sobre todo para no dejarnos llevar por apriorismos, más o menos justificados por las estadísticas, y que terminan con esa frase: ¡No hay nada que hacer!, la frase favorita de Jonás. Una frase que, como hemos comprobado, no era acertada, y que nunca debiera de pronunciarla un cristiano... Porque, ciertamente, hay mucho que hacer, y sin duda lo haremos...
Aprovechemos la hora favorable...
En el evangelio de hoy hemos leído la expresión: Se ha cumplido el plazo, dice Jesús. ¿De qué plazo se trata? ¿A qué momento se refiere?...
Es el ahora, es hoy, se refiere a esta misma Oración que estamos celebrando... Es la ocasión de acercarnos más a Dios, es la ocasión de reconciliarnos con nuestros hermanos... Es la hora de ofrecer una imagen de Iglesia diferente... Una Iglesia que acompaña al hombre de hoy, una Iglesia bondadosa y gratuita, una Iglesia amable y comprensible...para con todos los que se acerquen a nosotros...
Y esta es nuestra tarea... presentar ante los demás, una imagen diferente de Dios y de la Iglesia... de la que hemos venido presentando y que a tantos a defraudado y desilusionado...
El año 1999, se hizo en Roma una misión muy interesante. Uno de los actos de la misión consistió en ir casa por casa a ofrecer humildemente un ejemplar del Evangelio. Casi a un millón de hogares. Que se dice pronto. No sé cuál habrá sido el resultado, pero sí estoy seguro de que para más de una persona habrá sido una oportunidad de acercarse más a Dios...
Aprovechemos la hora favorable, el momento actual, saquemos todo el jugo a los encuentros que la vida nos ofrece, y busquemos ocasiones de encuentro... Probablemente Nínive, nuestras ciudades y pueblos, no se convertirán en bloque, pero aquí y allá podemos hacer que renazcan nuevamente las esperanzas y la fe; y a más de uno se le abrirá una nueva visión sobre Dios, sobre los demás y sobre las cosas que nos rodean...
Nosotros, los obispos, los sacerdotes y todos los cristianos... todos tenemos la posibilidad de volver a hacer actuales las palabras del evangelio: Está cerca el Reino de Dios. Y aportar nueva alegría a los corazones de los hombres y mujeres de hoy, que bien faltos están...
El cristiano, como creyente en la Buena Noticia de Jesús, es, esencialmente, un testigo de la alegría. Este ha sido siempre el estilo de los santos.
La Madre Teresa, repetidas veces a algunas hermanas que se dirigían a servir a los pobres les echó en cara: “¿Cómo van a servir a Dios en los pobres con esa cara de tristeza? ¿Se puede anunciar al Dios de la alegría con el rostro fúnebre?".
Es el momento de hacer silencio, meditar.........
Oremos y Pidamos al Señor por intercesión de nuestra madre la Virgen de la Cabeza.
Oración de los fieles
1 - Te pedimos por los dirigentes de la Iglesia, para que, fieles a la Misión que les ha encomendado Jesús, nos ayuden a seguirle.
Roguemos al Señor.
2 - Te pedimos por los dirigentes de los pueblos, para que, cumpliendo con su tarea, estén al servicio de la sociedad.
Roguemos al Señor.
3 - Te pedimos por los que colaboran en los Grupos Parroquiales, y en los de Ayuda Social. Dales fuerzas para continuar en esa tarea.
Roguemos al Señor.
4 - Te pedimos por todos nosotros: niños, jóvenes y mayores, hombres y mujeres de cualquier edad, para que, aceptando la llamada de Jesús, colaboremos con Él y hagamos de este mundo una sociedad más alegre y habitable.
Roguemos al Señor.
Todo esto, y otras peticiones personales que cada uno traemos a esta Celebración. Amén.
Damos Gracias
“Id por todo el mundo”
Esas palabras están dichas para nosotros.
Somos continuadores de la Obra de Jesús.
Gracias, Jesús,
estamos emocionados por tu confianza.
La mies es mucha y los obreros pocos.
Queremos ser uno de ellos.
Muchas personas están caídas y pasamos de largo.
Queremos ser el Buen Samaritano.
Danos esperanza.
En esta sociedad recelosa y cerrada,
también nosotros confiamos poco en las personas.
Danos amor.
En esta tierra insolidaria y fría
también nosotros sentimos poco amor.
Danos constancia.
En este ambiente cómodo y superficial,
también nosotros nos cansamos fácilmente.
Conviértenos, primero a nosotros,
así podremos anunciar tu Evangelio.
Gracias, Jesús.
TÚ ME ESTAS LLAMANDO
Señor, Tú me estás llamando
y yo tengo miedo a decirte sí.
Me buscas y yo trato de esquivarte;
insistes, y guardo silencio;
te acercas, e intento soslayarte;
quieres apoderarte de mí, y me resisto;
y así no acabo de entender qué es lo que deseas de mí.
Tú esperas de mí una entrega sin reservas,
llena de ilusión y generosidad.
Y yo a veces, es cierto, estoy dispuesto a realizarla
en la medida de mis fuerzas, sin hurtarte nada.
Tu gracia me empuja por dentro
y, en esos momentos, todo me parece fácil.
Tu invitación es como un horizonte abierto
que alegra y da sentido a mi vida.
Pero bien pronto,
apenas me doy cuenta de lo que tengo que sacrificar
ante una dolorosa ruptura definitiva,
si tengo que renunciar a mis seguridades,
si tengo que nadar contracorriente,
vacilo, desconfío, me planto.
Señor, sufro en ansia, combato en la noche.
A veces dudo; otras quiero.
Soy así, Tú lo sabes.
Dame fuerzas para no rehusarte.
Ilumíname en la elección de lo que Tú deseas.
Estoy dispuesto, Señor.
Oriéntame.
¡Feliz Semana!