PALABRA DE VIDA

QUINTO Domingo, PASCUA (ciclo A)

Santuario, 14, Mayo, 2017

“No perdáis la calma. Creed en mí .”

         

 Ambientación

         " El deseo de saber dónde está Dios y cómo es Dios es una de las primeras y más profundas curiosidades de los niños y suele pervivir en los mayores.

        Jesús empieza a despedirse de sus discípulos y trata de animarlos, diciéndoles: No perdáis la calma. Creed en Dios y creed en mí.

Palabras que no pierden actualidad y que también a nosotros nos pueden ayudar en tantas ocasiones y momentos de la vida.

Más tarde, Jesús les promete que no les dejará solos; que les mandará su Espíritu; que se acordará siempre de ellos y que un día volverán a estar todos juntos".

 

Al comenzar nuestra oración es el momento de revisar nuestra vida, nuestro corazón, actitud y nuestras manifestaciones:

 

Después de una breve oración personal  en silencio, prosigue:

 

         Que Dios nuestro Padre que nos ha dado una vida nueva por el agua y el Espíritu, nos confirme en la fe, y realice en nosotros la obra emprendida por Jesucristo.

        Dios, al que podemos llamar Padre, que siempre haces renacer la vida y la fe con estas fiestas de Pascua, haz que seamos capaces de acoger tu Espíritu y que sepamos hacerlo llegar a nuestros hermanos allí donde el amor y la vida estén más amenazados. Amén.

 

Escuchamos la Palabra, para que nos ilumine y afiance en la fe de Jesús:

+ Lectura del santo Evangelio según San Juan, 14,1-12

 

        En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: - No perdáis la calma, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, si no, os lo habría dicho, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y a donde yo voy, ya sabéis el camino.

        Tomás le dice: - Señor, no sabemos a dónde vas. ¿Cómo podemos saber el camino?

Jesús le responde: - Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.

Felipe le dice: - Señor, muéstranos al Padre y nos basta.

Jesús le replica: - Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace las obras. Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre.

Palabra del Señor

Es el momento de hacer silencio, meditar.........

 

Comentario

         "Estas palabras que acabamos de escuchar en el evangelio: “No perdáis la calma”. “Creed en mí”. “Yo soy el camino, la verdad y la vida”, forman parte del testamento de Cristo; son palabras de despedida de Cristo a sus amigos. Palabras profundas y consoladoras.

Lo primero es una invitación a la “paz interior”: “No perdáis la calma. Creed en mí”.

No sufráis por mi marcha, nos viene a decir Cristo, porque seguiré junto a vosotros, hasta que nos encontremos definitivamente con Dios.

Pero, para poder encontrarnos un día con Dios, tenemos que seguir un camino, tenemos que seguir a Jesús, porque “Él es el camino, la verdad y la vida”.

A través de la historia, al hombre se le han ofrecido incontables caminos, para ser feliz, para conseguir la plenitud.

Se nos ha ofrecido:

El camino del dinero, de la riqueza: que da felicidad durante algún tiempo, pero al final esclaviza y degenera.

El camino del éxito, de la fama: que suele acabar entonteciendo, suele acabar en orgullo y soberbia.

El camino del placer: que también da felicidad durante un tiempo, pero acaba embotando la mente y degradando.

El camino del poder: que normalmente acaba en abuso y en tiranía.

El camino de la violencia, de la fuerza: que acaba destruyendo.

 

¿Cuál es el camino de Cristo?

¿Cuál es el camino que Cristo nos invita a seguir?

 

El camino del amor, de la amistad, de la comprensión.

El camino de la fraternidad, de la solidaridad.

El camino de la paz, de la no violencia.

El camino del perdón.

El camino de la sencillez, de la humildad.

 

Y Cristo es nuestro camino, porque todo lo que nos enseñó, Él fue el primero en vivirlo.

Cristo amó, fue comprensivo, fue humilde y sencillo; perdonó, fue pacífico, solidario...

Y solamente quien es así puede decir: Yo soy el camino, la verdad y la vida".

Es el momento de buscar compromisos.

 

Pidamos al Señor, por intercesión de nuestra madre la Virgen de la Cabeza, en este tiempo de gracia y misericordia, que acuda en ayuda de nuestra debilidad, y le presentamos nuestras necesidades.

 

Decimos: Ten misericordia de nosotros.

 

Mira, Padre, a los que carecen de una vida digna, a los que son víctimas de la injusticia, de la guerra y el terrorismo. Oremos...

 

Mira, Padre, a los que carecen de salud, enfermos crónicos, deficientes y minusválidos. Oremos...

 

Mira, Padre, a los que no se sienten libres y no pueden caminar dignamente por la vida, a los esclavos de la droga y el vicio. Oremos...

 

Mira, Padre, a los que no encuentran sentido a la vida, a los que viven el error o se dejan llevar por el fanatismo. Oremos...

 

Mira, Padre, a los que no tienen fe, a los que no creen Jesucristo, a los que dudan de todo. Oremos...

 

Mira, Padre, a los que no tienen esperanza, a los que viven desencantados o deprimidos. Oremos...

 

Mira, Padre, a tu Iglesia, a todos nosotros, que queremos conocer y seguir mejor a tu Hijo, Jesucristo. Oremos...

 

Ten misericordia de nosotros, Padre, ten misericordia de todos tus hijos, especialmente de los que más sufren y más la necesitan. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 

Acción de Gracias:

"Señor, Jesús, ábrenos los ojos “al partir el pan”;

que no nos falte la paciencia, para seguir en los proyectos de los que sueñan en una sociedad fraterna.

       

Que no pierdan la esperanza,

los que tienen motivos para seguir esperando.

Que no cesemos de esforzarnos

los que queremos el reino de Dios.

Que no nos dé vergüenza

defender en todas partes lo que es justo.

Que nos decidamos a compartir cada día

nuestro pan y todo lo que tenemos

con los que no tienen nada.

Señor, Jesús,

al calor de tu palabra

infúndenos tu espíritu de amor".

¡Tengáis una Buena Semana!

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