PALABRA de VIDA

LECTURAS del DOMINGO 21º del TIEMPO ORDINARIO

 < Ciclo “C”>

SANTUARIO, domingo 24 de AGOSTO de 2025

 

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (66,18-21):

Esto dice el Señor:

«Yo, conociendo sus obras y sus pensamientos, vendré para reunir las naciones de toda lengua; vendrán para ver mi gloria.

Les daré una señal, y de entre ellos enviaré supervivientes a las naciones: a Tarsis, Libia y Lidia (tiradores de arco), Túbal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria.

Ellos anunciarán mi gloria a las naciones. Y de todas las naciones, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos, a caballo y en carros y en literas, en mulos y dromedarios, hasta mi santa montaña de Jerusalén -dice el Señor-, así como los hijos de Israel traen ofrendas, en vasos purificados, al templo del Señor.

También de entre ellos escogeré sacerdotes y levitas -dice el Señor-».

Palabra de Dios

---------------------------------------------

Salmo

Sal 116,1.2

R/. Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

V/. Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos. R/.

V/. Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre. R/.

---------------------------------------------

Segunda lectura

Lectura de la carta a los Hebreos (12,5-7.11-13):

Hermanos: Habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: «Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, ni te desanimes por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos».

Soportáis la prueba para vuestra corrección, porque Dios os trata como a hijos, pues ¿qué padre no corrige a sus hijos?

Ninguna corrección resulta agradable, en el momento, sino que duele; pero luego produce fruto apacible de justicia a los ejercitados en ella.

Por eso, fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, y caminad por una senda llana: así el pie cojo, no se retuerce, sino que se cura.

Palabra de Dios

---------------------------------------------

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,22-30):

En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.

Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salvan?».

Él les dijo:

«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.

Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta diciendo: Señor, ábrenos; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”.

Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.

Pero él os dirá: “No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.

Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.

Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor

anterior siguiente