CELEBRACIÓN 2º DOMINGO DE ADVIENTO

El domingo pasado celebrábamos la apertura del Adviento, periodo de esperanza y de celebración de la Navidad.

Es la primera celebración gozosa del nuevo año litúrgico.

El Padre, manda al Verbo para que nazca y sea como nosotros.

Por eso este periodo, que este próximo domingo seguiremos celebrando como el segundo de Adviento, tenemos motivos para la esperanza y la alegría profunda: somos amados por Dios. Y esta certeza nos envía a ser esperanza para quienes aún no experimentan la alegría de saberse amados y salvados; para quienes viven en la oscuridad de la desilusión.

Vale la pena detenernos y preguntarnos: ¿Estoy caminando hacia la verdadera felicidad?

Si nuestras prioridades son el dinero, el placer, el aparentar o el egoísmo, nos estamos perdiendo. Solo con la fe y la confianza en que “viene Dios” tendrá sentido celebrar la Navidad.

Sigamos el camino hacia la Navidad. No nos dejemos arrastrar por prisas, gastos inútiles, compromisos vacíos.

Esta Navidad solo tendrá sentido si reencontramos nuestro camino interior y escuchamos al Dios misericordioso que viene a consolarnos y salvarnos.

En este ambiente de preparación, debemos adoptar, con sencillez, algunas actitudes para “preparar el camino”:

  1. Agradecer a Dios por las personas con las que convivimos.
  2. Demos lo mejor de nosotros, poniéndonos al servicio de los demás.
  3. Facilitemos la convivencia, aportando soluciones y no complicaciones.
  4. Oremos e intercedamos por los otros, antes de centrarnos en nosotros mismos.
  5. Ocupémonos de los más débiles y necesitados.
  6. Salgamos al encuentro, no esperemos siempre que el otro dé el primer paso.
  7. Toleremos, con caridad y buen humor, nuestros límites y los de los demás.

El Señor viene y pide un lugar en nuestra vida. No exige grandes cosas: aquella vez le bastaron una cueva y un pesebre.

Pidámosle al Señor que envíe sobre nosotros su Espíritu para saber responderle.

Santuario, diciembre 2025.

R.C.S.

anterior siguiente